El marketing es una disciplina de suma importancia para las empresas, negocios y todo tipo de proyectos, y con razón, porque gracias a esta es posible destacar para vender más.
Sin embargo, existen muchas ramas de dicha disciplina, y entre tantas, es complicado inclinarse por una que nos sea de utilidad. En este contexto, mencionamos, uno de los modelos más clásicos y fundamentales, que es el marketing de las ‘4 P’, creado por Jerome McCarthy.
Este modelo se ha mantenido vigente a lo largo de los años, adaptándose a los cambios del entorno, y es usado tanto por empresas emergentes como por corporaciones consolidadas.
¿Cuáles son las 4 P del marketing?
El modelo de las 4 P del marketing se basa en una perspectiva empresarial que busca analizar los elementos más importantes de la oferta de productos o servicios al mercado.
Las mismas funcionan como una hoja de ruta que ayuda a los mercadólogos a pensar de manera integral sobre su producto o servicio, definiendo qué ofrecen, a qué precio, cómo lo distribuyen y cómo lo comunican.
Cada una de estas P está interrelacionada y debe trabajarse de forma coherente. Si una de ellas no está alineada con las demás, la estrategia probablemente falle o no alcanzar los resultados que se han planteado al inicio.
Por ejemplo, tener un excelente producto no será suficiente si no está disponible en los lugares correctos o si su precio no es competitivo. Asimismo, una campaña de promoción eficaz no logrará su máximo potencial si el precio no está bien estructurado o el producto no satisface las expectativas del cliente.
P de Producto
Este elemento incluye tanto los bienes físicos como los servicios que una empresa brinda en el mercado, y cubre todo, desde su diseño hasta su ciclo de vida. No se trata solo de crear algo para vender por dinero, sino de desarrollar un producto que responda a las necesidades, deseos y expectativas del consumidor.
El objetivo es poner en el mercado algo que resuelva un problema, al mismo tiempo que aporte valor y sea atractivo para el cliente. Un buen ejemplo de esto es cómo las empresas de tecnología lanzan productos que no solo son funcionales, sino que también crean experiencias positivas para los usuarios, aplicable a otros sectores.
Además, la gestión del ciclo de vida del producto es vital, porque esto implica la capacidad de lanzar productos en el momento adecuado, mejorar o innovar según las necesidades, y, cuando llegue el momento, retirarlos sin afectar la imagen de la marca.
P de Precio
Es cierto que el precio es el monto a pagar, pero este, de preferencia, debe estar ligado a una percepción de valor positivo. Un precio muy alto puede hacer que el producto sea inaccesible para ciertos segmentos del mercado, mientras que un precio muy bajo quizás reduzca los márgenes de ganancia y, en algunos casos, afectar la percepción de su calidad.
La estrategia de precios debe ser flexible, permitiendo a la empresa adaptarse a los cambios del entorno competitivo y de las condiciones económicas.
Asimismo, este juega un papel en el posicionamiento del producto, pues digamos que los productos de alta gama suelen tener precios más altos para generar una percepción de exclusividad, mientras que productos orientados al gran consumo tienden a tener precios más accesibles, por lo que este es una idea en la que pensar para definirlo.
P de Punto
El punto de venta o distribución, conocido también como plaza, se refiere a los canales a través de los cuales los productos o servicios llegan al consumidor. En un mundo globalizado y digitalizado, los puntos de venta ya no se limitan a las tiendas físicas, pues ahora contamos con plataformas online, aplicaciones móviles, redes sociales y marketplaces.
Elegir los canales adecuados de distribución es esencial, ya que esto afecta directamente la experiencia del cliente y la capacidad de la empresa para alcanzar a su público objetivo. Por ejemplo, en productos de lujo, las marcas suelen optar por tiendas exclusivas y limitadas, mientras que las marcas de consumo masivo buscan maximizar la distribución a través de múltiples canales.
En este contexto, esencial prestar atención a la logística y el cumplimiento, ya que los retrasos o errores en los envíos pueden afectar la reputación de la marca.
P de Promoción
La promoción es la forma en que las empresas comunican y promocionan su producto o servicio a los consumidores, siendo que por un lado pretende dar a conocer el producto, y por el otro lado, que adquiera su propia identidad, distinta a la de los otros competidores.
Hoy en día, la promoción ha evolucionado drásticamente debido al auge de las redes sociales, el marketing de influencers y la publicidad digital. Las empresas ya no dependen exclusivamente de los medios tradicionales como la televisión o la prensa. Ahora usan canales digitales para segmentar su audiencia y llegar de manera más precisa a sus consumidores.
Las campañas promocionales exitosas generarán ventas, y por supuesto, crearán conciencia de marca y fidelización del cliente. Es importante que las empresas utilicen una combinación adecuada de tácticas de promoción para alcanzar sus objetivos de marketing.
La utilidad que tienen las 4 P
No cabe duda que es una herramienta integral que ayuda a las empresas a estructurar una estrategia coherente y efectiva. Cada P ofrece una perspectiva diferente pero complementaria, y juntas forman la base para cualquier plan de marketing. Su valor radica en su simplicidad y su capacidad para adaptarse a diferentes mercados y sectores.
Lo grandioso es que también es flexible, permitiendo ajustes según el tipo de producto o servicio, el mercado objetivo y las tendencias económicas.
Cuando se aplican correctamente, hacen más óptima la oferta para maximizar el impacto en el mercado, de tal manera en que sea lo más beneficioso posible.
Más allá de las 4 P en el marketing
A lo largo de los años, el entorno del marketing ha evolucionado, impulsado por cambios en la tecnología, el comportamiento del consumidor y las dinámicas del mercado global. Esto ha llevado al desarrollo de nuevos modelos y enfoques que complementan o amplían las 4 P tradicionales.
Dos de los modelos más destacados en este sentido son las 4 C y las 4 E, que nos dan una perspectiva más centrada en el cliente y la experiencia.
La complementación de tales modelos, en conjunto con otras técnicas, como de link building con nuestra agencias de link building internacional, proporcionaran mejores resultados.
Las 4 C del marketing
Las 4 C del marketing son una evolución del modelo de las 4 P que pone al cliente en el centro de la estrategia. Propuesto por Robert Lauterborn, se enfoca en satisfacer las necesidades del cliente en lugar de simplemente vender productos. Las 4 C son:
- Cliente. Se trata de entender al cliente a fondo, sus necesidades y deseos, para otorgar productos que realmente resuelvan sus problemas. En lugar de centrarse solo en el producto, el enfoque está en proporcionar una solución valiosa para el consumidor.
- Costo. No nada más se centra en el precio del producto, se considera el costo total que representa para el cliente adquirirlo. Entonces, no solo el dinero importa, sino también el tiempo, el esfuerzo y otros recursos que el usuario interesado invierte.
- Conveniencia. Este concepto reemplaza la idea de punto de venta y se enfoca en hacer que el proceso de compra sea lo más conveniente posible para el cliente, principalmente a dar la alternativa de adquirirlo online.
- Comunicación. En lugar de simplemente promocionar, las empresas deben comunicarse de manera efectiva y bidireccional con sus clientes. Para lograrlo se debe escuchar, responder y entablar un diálogo que fortalezca la relación con los clientes.
Las 4 E del marketing
Las 4 E representan una evolución aún más moderna del marketing, donde la experiencia del cliente se convierte en el foco principal. Este modelo pone énfasis en crear interacciones significativas y duraderas entre la empresa y el consumidor. Las 4 E son:
- Experiencia. Los consumidores compran productos o servicios y buscan experiencias memorables. Las empresas deben enfocarse en crear momentos únicos que resalten el valor de su oferta y generen lealtad.
- Exchange. El marketing ya no es solamente vender más y más, sino de intercambiar valor entre la empresa y el cliente. El cliente recibirá un producto, a la par que una buena experiencia, emociones y satisfacción.
- Evangelización. El objetivo es convertir a los clientes en defensores de la marca. Un cliente satisfecho y emocionado por su experiencia con la marca se convierte en un embajador que comparte su experiencia y recomienda el producto o servicio a otros.
- Entorno. Ya no se trata solo de tener presencia en un punto de venta o en una página web. El entorno es omnipresente y las marcas deben estar donde sus clientes se encuentren, ya sea en tiendas físicas, redes sociales, plataformas móviles o cualquier otro lugar donde interactúen con el consumidor.